miércoles, 14 de junio de 2017

ROSEDAR

Rosy Aguilar Urban

Rosedar, el chapulín valiente.


Erase una vez un Chapulín solitario y verde.Este curioso insecto mimetizaba  tan increíblemente bien  con su entorno que su presencia era imperceptible.
El artrópodo dedicaba todas las mañanas a trabajar su hortaliza y por las tardes, arreglaba su casa. Todo lo que hacía lo tenía muy satisfecho. Hasta que un día... vino mal tiempo  y acabó por completo su cosecha.
No le queda más remedio que abandonar su casa y buscar otras tierras para su sustento.
En la búsqueda de nuevas oportunidades, conoció a otros individuos que lo llevaron a lugares insospechados y lejanos. Todo, aparentemente, marchaba bien hasta que: la presencia de un Gigante casi acaba con su vida. El gigante lo aplastó y lo hirió seriamente.
Solo el tiempo fue el que le permitió su recuperación, se tuvo que adaptar a sus pertrechos y con valor decidió regresar a su antigua parcela.
Día tras día, con auténtica constancia: trabajo y trabajo. La rutina,  como era natural, lo tenía agobiado. No obstante, en una ocasión, un amigo lejano, le hizo una invitación  a que lo favoreciera con su visita. El Chapulín Rosedar aceptó y acudió a saludarlo. Ya en el camino tropezó y dio un mala paso, cayendo en un pozo profundísimo; en donde tuvo que permanecer por mucho, mucho tiempo. Al quedar tanto tiempo atrapado en esa oscuridad el pobre Rosedar pensó que nunca iba a salir de ese pozo. Así que la tristeza lo embargó y sólo imploraba por un milagro para poder salvarse.
El milagro ocurrió más rápido de lo que hubiera podido imaginar!!
Unas larvas cayeron también por accidente, al mismo pozo. Chapulín Rosedar se dio a la tarea de que no murieran, las cuidó como si fueran sus propias hijas. Las alimentó y las protegió.
Cierta noche, el Chapulín Rosedar quedó profundamente dormido y las larvas se transformaron en bellas luciérnagas, que liberaron a Rosedar de ese profundo pozo, tomándolo en sus extremidades y volando a la superficie exterior.
Rosedar estaba maravillado con la acción de las pequeñas larvas que ahora eran luciérnagas.
Agradecido con las luciérnagas les dijo adiós y emprendió el regreso a su hogar.
Caminó por días, meses, y más, hasta que encontró el lugar donde debería encontrarse su casa y su huerto, pero recibió un gran dolor al percatarse de que todo se encontraba en ruinas. Esa gran sorpresa lo hizo llorar muchísimo, hasta que se quedó dormido.
A la mañana siguiente lo despertó el olor de un día de verano. Abrió los ojos y se prometió a si mismo, no derramar ni una lagrima más y empezar de nueva cuenta.
Sembró nuevas semillas, reparó su casa y trabajó con devoción y afán.
El otoño pasó breve y para el invierno se recluyó en su hogar, tenia la suficiente comida almacenada para pasar la estación.
Al mirar pasar el invierno y por primera vez en su vida, Rosedar levantó su mirada y puso sus ojos en un castillo , era tan hermoso como imponente.
Esa visión maravillosa del castillo hizo pensar a Rosedar que desde aquel lugar, seguramente el podría observar la luna y las estrellas  más de cerca, así que tuvo la inmediata resolución de salir de su casa y emprender un viaje con destino al castillo. Brincó piedra tras piedra, preguntando a cuanto insecto encontraba en su camino, como llegar a esa edificación. Su cansancio no le importó porque el estaba decidido a ver muy cerca la luna y las estrellas.
Finalmente en un viaje maratonico para una criatura como Rosedar, alcanzó su destino: el castillo. Con la inmensa fatiga que le produjo el viaje, sus ojos sorprendidos apreciaron la belleza majestuosa de la edificación. Rosedar se dejó caer  en la hierba y emitió un gran suspiro diciéndose a si mismo "
lo logré"
Dicen que sus amigas luciérnagas lo encontraron días después  y le dieron sepultura.
Rosedar, el chapulín descansará para siempre junto al castillo de sus sueños y le dará su color a los ahuehuetes que custodian el Castillo, el Castillo que por coincidencia lleva el nombre de Chapultepec  que en nahuatl significa "Chapulin". FIN

Autora Rolsalinda Aguilar Urban
 Atizapán de Zaragoza Estado México, México



4 comentarios:

  1. Muchas gracias Occi con este relato que me has enviado, has hecho feliz a todas mis alumnas.

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  2. Muy lindo relato. Ahí sigue el castillo y el nombre de Rosedal se ha inmortalizado.

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  3. Ya nunca se me olvidara este relato tan tierno, y que el chapulin es un escarabajo.

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